Desde sus primeros testimonios escritos, la lengua griega presenta una enorme variedad. Sus diferentes dialectos se extienden por el mundo egeo y por la vasta red de colonias griegas. El estudio de las inscripciones del primer milenio a. C., testigos excepcionales de esta difusión y de esta diversificación lingüística, muestra que, a lo largo de su historia, dos mecanismos antitéticos han condicionado y modificado la geografía dialectal griega: por un lado, la divergencia, que, debido al carácter inexorable e impredecible del cambio lingüístico, aumenta las diferencias de una región a otra; por otro, la convergencia, que, sobre el principio de la interferencia de los dialectos, atenúa las variaciones.
Los contactos entre las variantes regionales del griego antiguo se manifiestan en diversos niveles lingüísticos y en los contextos de comunicación más heterogéneos. Fuera de los casos extremos en los que dos versiones dialectales del mismo texto aparecen una al lado de la otra en la misma inscripción, encontramos más frecuentemente fenómenos lingüísticos que traslucen los contactos de las variedades locales, como son la difusión de las innovaciones morfológicas, del repertorio onomástico (antropónimos, teónimos, nombres de meses, etc.) o incluso del vocabulario institucional. Determinadas situaciones de comunicación favorecen particularmente los contactos interdialectales: por ejemplo, la consagración de objetos (con frecuencia acompañados de una inscripción) en los santuarios visitados por gentes llegadas de todo el mundo helénico; las relaciones internacionales establecidas entre los estados griegos, que dan lugar a varios tipos de documentos (decretos, tratados, cartas, etc.). El papel del contacto entre dialectos resulta determinante en la mezcla dialectal que caracteriza las creaciones literarias griegas, como la épica, el yambo, la elegía, la lírica y el drama ático.
Paralelamente, desde el final de la Edad del Bronce, la historia de la Grecia antigua no puede separarse de las relaciones de los griegos con un gran número de pueblos de la cuenca del Mediterráneo, del Mar Negro y de Asia. Los modos de contacto lingüístico se encuentran siempre en el corazón de las relaciones sociales, económicas y culturales, nacidas de las fortunas del comercio y de la guerra. De manera significativa, en griego, como en otras lenguas, los exónimos giran muy frecuentemente alrededor de términos asociados a la lengua: se puede mencionar no solo el conocidísimo caso de βάρβαρος, que designa el “extranjero” y que procede de una raíz onomatopéyica (cf. sánscrito balbalā “tartamudear” y barbarāḥ “los no arios”), sino también el de Κηφῆνες “persas”, relacionado con el adjetivo κωφός “mudo” (cf. protoeslavo *němьcь “mudos” > “alemanes”), así como el de Παφλαγόνες (nombre de un pueblo de Anatolia septentrional), que los griegos asociaron por etimología popular a παφλάζω, otra forma imitativa que significa “borbotear” y metafóricamente “farfullar”; cf. λοπὰς παφλάζει βαρβάρῳ λαλήματι “un plato borbotea con una cháchara bárbara” (Eubulo, fr. 108.2 CGF Kassel y Austin).
En contextos bilingües o incluso multilingües, las estrategias de comunicación de los griegos varían de una región a otra y de una época a otra. De la misma manera, el papel que los “bárbaros” otorgan a la lengua griega con respecto a sus propias lenguas no es siempre el mismo. Las fuentes escritas de toda clase (inscripciones, papiros, monedas, grafitos) testimonia la multiplicidad de los contactos lingüísticos, realidad que los escritores antiguos no pasaron por alto.
Por consiguiente, no resulta sorprendente que estos fenómenos no hayan cesado de atraer el interés de los lingüistas, quienes, desde puntos de vista y marcos teóricos diversos, intentan explicar los mecanismos que determinan las influencias de las diferentes lenguas sobre el griego y viceversa.
El congreso Contactos lingüísticos en Grecia antigua (CoLiGA): diacronía y sincronía reunirá a especialistas de diversas lenguas antiguas y dialectólogos del griego antiguo con el fin de analizar los modos de contacto lingüístico del griego antiguo con otras lenguas, como las interrelaciones de las variedades dialectales griegas, y con el convencimiento de que las perspectivas complementarias ampliarán los horizontes de este campo de investigación y abrirán vías inexploradas en el estudio de dos fenómenos esencialmente paralelos.
Este congreso está organizado por iniciativa de los miembros del proyecto de investigación “Contactos interdialectales en griego antiguo III”, financiado por el Ministerio español de Investigación, Innovación y Universidades (FFI2017-82590-C2) y basado en la colaboración entre lingüistas y epigrafistas que trabajan en centros de investigación de cuatro países europeos: Alemania, España, Francia y Reino Unido.
Imagen: © Museo de la Acrópolis, 2014. Foto: Socratis Mavrommatis